El bienestar emocional se refiere al equilibrio y la estabilidad en nuestras emociones, lo cual es fundamental para llevar una vida saludable y plena. Este concepto abarca la capacidad de manejar y comprender nuestras emociones, así como la habilidad para establecer relaciones saludables y mantener una actitud positiva ante los desafíos de la vida.
Muchas vece, las personas comparan o tienen la idea errónea de que “bienestar emocional” es igual a simplemente “sentirse bien”… es un gran error.
Mantener un buen bienestar emocional no significa estar feliz todo el tiempo, sino ser capaz de reconocer y manejar una amplia gama de emociones, tanto positivas como negativas. Esto incluye la capacidad de recuperarse de experiencias estresantes o difíciles, lo que a menudo se conoce como resiliencia.
Es como mentir a nuestro pensamiento racional, como si el estado natural del ser humano cuando no tiene problemas fuese el de “ser felices” y positivos todo el tiempo… racionalizarlo todo, tener una actitud absolutamente positiva, y ningún conflicto interno.
El bienestar emocional también implica ser consciente de nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos, y cómo estos influyen en nuestra vida diaria. Una persona con un alto nivel de bienestar emocional tiende a tener una mayor autoestima, un sentido de propósito claro y la habilidad de gestionar el estrés de manera efectiva.
Es por eso que hoy en día, muchas personas vienen a terapia persiguiendo dragones…
Creándose una ilusión de felicidad que es inalcanzable o expectante..
Que frustrante debe ser vivir persiguiendo el final del arcoíris..
Para cultivar el bienestar emocional, es crucial adoptar prácticas que fomenten la autocompasión, el autocuidado y la conexión con los demás.
El bienestar emocional incluye varios componentes clave:
- Autoconciencia: Reconocer nuestras emociones y cómo estas influyen en nuestras acciones y decisiones.
- Resiliencia emocional: La capacidad de sobrellevar los desafíos y adversidades sin ser dominados por el estrés o el miedo.
- Equilibrio emocional: Mantener una perspectiva equilibrada, sin dejar que los altos y bajos emocionales controlen nuestras decisiones o estados de ánimo.
- Autocompasión: Ser amables con nosotros mismos en los momentos de dificultad, en lugar de caer en la autocrítica.
Perseguir un sueño en el que “estar bien” es estar relajado y happy todo el rato, siempre positivos, con la autoestima muy alta, siempre agradecidos; eso es imposible, siempre tendremos factores internos y externos que nos hagan difícil ese camino a la felicidad, el bienestar emocional es fundamental porque está estrechamente vinculado con la salud física, las relaciones interpersonales, la productividad y la capacidad para disfrutar de la vida en general
Si crees que el resto del mundo siempre está super feliz.. y que sus vidas son como las muestran las redes sociales… estas romantizando la idea de felicidad, y te estás creyendo un cuento de hadas o idolatrando el amor efímero.
El sufrimiento, el dolor, el duelo, hacen parte y forma de la vida de todos.
Vivir implica que habrá momentos que lo pases mal: dolor, culpa, vergüenza, miedos, arrepentimiento, tristeza… forman parte de la vida de cualquiera.
Recuerda: siempre sufrirás, te preocuparás, habrá estrés, problemas que te quiten el sueño… también amarás, reirás, y te sentirás orgulloso de ti mismo en algún momento.
Hay luz y oscuridad siempre en el camino, pretender tener siempre luz, no existe o es complejo.
El bienestar emocional no es “estar bien todo el tiempo”.. porque a veces tocará estar mal y así aprender de ello..
El bienestar emocional es un pilar esencial para vivir una vida equilibrada, saludable y plena. No se trata de evitar las emociones negativas, sino de aprender a aceptarlas y manejarlas de manera que no afecten nuestra vida diaria. Invertir tiempo en cultivar el bienestar emocional puede generar beneficios duraderos, tanto en nuestra salud mental como en nuestras relaciones y nuestro éxito personal.
Es vivir TODAS tus emociones, entenderlas y aprender a regularlas de manera adaptativa. Aprender a regularlas para no sufrir más de lo que toca.
De la misma manera, llevarte bien contigo mismo no tiene nada que ver con “creer en tí” y sentirse super bien todo el rato… El bienestar emocional es como un jardín que requiere cuidados constantes. Sembrar semillas de pensamientos positivos, regar con actos de bondad y podar las emociones negativas son algunas de las tareas que nos permiten cultivar un jardín emocional floreciente.
A veces es normal dudar de tí mismo, a veces te enfadarás contigo, te sentirás mal contigo mismo… no necesitas estar constantemente buscando “reforzar tu autoestima” y “quererte más”. Al igual que los músculos se fortalecen con el ejercicio, el bienestar emocional se desarrolla a través de prácticas regulares como la meditación, la gratitud y el cuidado personal.
Cuanto más trabajamos en nuestro bienestar emocional, más resistentes somos ante las adversidades y más felices nos sentimos. Una buena relación con nosotros mismos tiene que ver con ser nuestros mejores amigos, y con un buen amigo a veces podemos enfadarnos o tener conflictos. El tema está en cómo los resuelves, lo que haces, y en la calidad del vínculo.
El primer paso es aceptar el problema, el segundo es buscar ayuda, y tú estás en el camino a la autosuperación, recuerda repetirte siempre “YO PUEDO, YO SOY CAPAZ”