Debemos recordar que, aunque es inevitable que en algún momento algo duela, forma parte de nuestra vida; hay veces en las que ese dolor forma parte de nuestro crecimiento, de una acción para mejorar, y darnos herramientas de crecer en lo que sintamos que estamos frustrados.

Es como cuando sucede lo más hermoso del mundo, “el nacimiento”, duele, pero es parte de algo hermoso que es el surgimiento de la vida.

La ruptura duele, pero a veces se requiere, para entender que debemos avanzar o que simplemente no bailamos al ritmo de la misma melodía, y debemos aprender a ser felices a partir de ese dolor, de encontrarnos con nosotros mismos y caminar hacia algo mejor.

Hay dolores como el físico, como cuando tienen que extraerte las amígdalas, que es doloroso, una recuperación extenuante, pero que te brindara alivio a tu vida, y a la larga mejorara tus condiciones.

Cuando te haces un proceso estético para verte y sentirte mejor, duele, pero da un resultado que nos gusta como nos vemos y nos sentimos, así tuviésemos que soportar dolores, incomodidad y sufrimiento transitorio.

El dolor, es una decisión de vida, es un proceso donde al formar parte de ti, o crecer con él y mejoras como persona, o dejas que te absorba.

Hay procesos que generan placer al llegar y lograrlos, pero muchas veces no llegamos sin molestias o trabas en el camino.

Cuando inicias un proceso psicológico muchas veces en las que el proceso de sanar remueve cosas y duele, pero salimos más fuertes de ahí.

Y no es buscar el camino que tenga menos espinas, o menos rocas en él, muchas veces no hay, pero se trata de ser fuertes, de forjar nuestra autoestima, nuestra percepción y lo que “merezco”, en la vida, mentalizándome en cuales son los aciertos que he tenido y los desaciertos para aprender de ellos

El proceso al autoconocimiento, crecimiento personal, es como montarse en una montaña rusa, tienes sus subidas y tiene bajadas dolorosas, pero detrás de ellas vienen momentos motivadores, divertidos y únicos. Es aprender a disfrutar un viaje, de eso se trata de ser valientes para aceptar una aventura que no todos se arriesgan a tener; la aventura de avanzar, crecer y amarse de forma única.

2 respuestas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *